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Soñar con fallecidos es un sueño muy habitual.
Se ven, se oyen y se sienten tan parecido a cuando vivían que en seguida surge la pregunta…
¿Y si es real?
Pero ¿qué es real?
Lo primero que hay que tener en cuenta, es el concepto de «real». Diferentes personas pueden utilizar el mismo término de «real» y estar hablando de significados distintos.
Para algunos la «realidad» es aquello que es tangible, que se encuentra en el medio físico. Para otros, «lo real» es todo aquello que puede percibirse. Sea externo o interno.
Para los primeros, un pensamiento o una intuición se sale del ámbito de lo real. Para los segundos, un objeto imaginado puede ser algo muy real.
Por eso, preguntarnos por la «realidad» de la comunicación con fallecidos no nos ayuda a aclarar la duda.
Podemos reformular la cuestión de la siguiente manera:
En los sueños, ¿los fallecidos tienen conciencia propia o son una proyección mental del soñador, es decir una creación elaborada a partir de sus recuerdos?
¿Tienen los fallecidos conciencia propia?
No es una pregunta fácil de contestar.
En muchas ocasiones la información que obtiene el soñador de un familiar o amigo que ha fallecido, podría interpretarse que el soñador ya la conocía o podía intuir de alguna manera.
Así que un primer indicio que podría ayudar a salir de dudas, es obtener del fallecido una información que con total seguridad fuera imposible de conocer por parte del soñador: un número de cuenta, una fecha, un nombre, etc.
Si este dato se puede corroborar después en vigilia, podría llevarnos a pensar que el fallecido no es una mera proyección mental del soñador.
Sin embargo, es difícil demostrar ésto. Primero porque no hay muchos casos en los que los fallecidos den ese tipo de datos concretos. Y, además, normalmente las personas fallecidas con las que soñamos han sido seres muy cercanos. Y, nos puede quedar la duda de si ese dato pudo recogerse y almacenarse de forma inconsciente en algún momento compartido.
Aún así, es una buena manera de entrarle al asunto, y quizás sí es posible encontrar alguna información que sin ninguna duda fuera imposible de conocer ni de intuir.
¿Y si le damos una vuelta de tuerca?
Supongamos que contactamos con un fallecido en sueños, nos informa de un dato que de ninguna manera podíamos saber o intuir, y corroboramos ese dato en vigilia.
¿Quedaría entonces demostrado que ese fallecido tiene una conciencia propia y que no es una simple proyección mental?
¿Sabríamos con seguridad que el fallecido mantiene la «individualidad» tras la muerte, y por eso puede comunicarse con nosotros y aportarnos información que no sabíamos?
No necesariamente.
Veamos otra hipótesis que podría explicar el hecho. Pero antes, déjame que la introduzca con una analogía.
Un escritor escribe un libro y al tiempo fallece. El libro permanece aunque el escritor no esté presente. Y el libro contiene una información que puede ser leída por otras personas. Se podría decir que la información está contenida en el libro, y que el libro es el vehículo que permite que esa información se transmita.
¿Permanencia o impermanencia?
Trasladando esta idea a la comunicación con fallecidos, podemos hipotetizar que existe un campo de información abstracta y global. Un campo de información transpersonal al que podemos acceder de forma personal. Es decir, como una especie de internet al que podemos conectarnos con nuestro pc.
Ese campo de información se nutre, entre otras fuentes, de experiencias y datos de personas vivas y de personas que hayan vivido.
Quizás sea un concepto similar a lo que algunos llaman registros akáshicos, o también a los campos morfogenéticos de Rupert Sheldrake. Sin embargo, intento no caer en esa terminología que, de tan utilizada, puede llevar a confusión más que a claridad.
Las personas no podemos comprender la información pura, y necesitamos un «vehículo» que dé forma a esa información pura para poder entenderla (como el libro en el ejemplo anterior).
Quizás el sueño dé a la información el «formato» de la persona fallecida. En ese caso, la persona fallecida no tendría conciencia propia, sería sólo un símbolo de la información. Un «truco» que utiliza el sueño para que podamos acceder a esa información.
Y esto no es tan extraño, lo puedes encontrar continuamente en los sueños.
Por ejemplo, pasas por una etapa de muchos altibajos emocionales, y sueñas que montas en una montaña rusa. Vives una época de transición o de evolución personal, y sueñas que se te caen los dientes. La montaña rusa y la caída de dientes no hay que tomarlos como algo literal.
Son una manera de simbolizar, de «vehiculizar», de dar formato a una información.
La aparición del fallecido no tiene porqué ser algo literal, puede ser una manera de simbolizar, de «vehiculizar», de dar formato a una información.
Quizás alguien se pregunte: ¿Pero si el fallecido me transmite una información que yo no sabía, porque no es una prueba de que tiene individualidad propia?
Ahí entramos en otro debate, que es la posibilidad de acceder a información transpersonal desde el sueño. Pero eso es otro tema que da para otro post 🙂
¿Importa?
No sabemos si los fallecidos que vemos en los sueños tienen conciencia propia o no la tienen. Pero en realidad eso no importa en la mayoría de las ocasiones.
Muchas veces, si aparecen fallecidos es porque el soñador tiene algo pendiente con ellos. Necesita comunicarse con el fallecido por algún motivo. Esa «necesidad» es como una tensión que busca una salida, y la encuentra en el sueño.
En esos casos, no importa que el fallecido sea «real» o sea una proyección mental. Con el proceso adecuado esa necesidad va a encontrar una salida. Y es una salida igual de válida tenga el fallecido conciencia propia o no la tenga.
Porque además, cuando tenemos algo pendiente con otra persona (incluso cuando está viva), eso que tenemos pendiente no lo tenemos con la persona en sí, sino con la «imagen» que nos hemos montado en la cabecita de esa persona. Es decir, al final todos nuestros conflictos interpersonales son con «historias» que nos contamos a nosotros mismos sobre otras personas.
Y, si en tu caso, ha aparecido un fallecido en sueños, y estás convencido de que no te queda nada pendiente. Entonces tampoco importa mucho si tiene conciencia propia o no la tiene.
En definitiva…
Encontrarás personas que te asegurarán que los fallecidos tienen conciencia propia, y encontrarás personas que te asegurarán que eso es imposible.
En realidad, ni unos ni otros lo saben con certeza. Entramos en el campo de las interpretaciones personales. Y en ese campo no juegan las certezas, juegan las creencias. Que aunque son muy respetables todas, no son seguridades.
Y, en definitiva, lo realmente importante es darle «salida» a nuestros asuntos pendientes, porque esa es la manera de crecer, y de eso va ésto de vivir.
Y esa, es mi creencia.
4 comentarios en «¿SOÑAR CON FALLECIDOS ES REAL?»
Es normal soñar con personas fallecidas, pero no hay que caer en el error de creer que se han comunicado con nosotros a través de los sueños. Todo está provocado por un fuerte deseo de que sea real, de que la persona no haya muerto del todo, pero no es así.
Estoy de acuerdo. Pero hay que tener en cuenta que la creencia de que los fallecidos en sueños tienen conciencia propia, así como la creencia de que son sólo proyecciones de los propios deseos, son sólo eso: creencias. En ambos casos no se puede caer en el error de confundir una creencia con una certeza.
La única certeza que tenemos es que no sabemos 😀
Entonces las personas sensitivas o MEDIUMS ¿están engañando? Y las personas moribundas que ven la luz y seres que vienen por ellos, y que médicos y científicos han investigado ese campo cuántico dicen que existe al igual que las diferentes dimensiones donde irás según tu alma haya vivido.Contestame por favor.gracias
La personas sensitivas o mediums, como dices, tienen percepciones y esas percepciones luego son interpretadas. Como digo en el post, la interpretación puede ser:
1) Que la percepción se corresponda con una proyección propia del mundo interno de la persona sensitiva
2) Que la percepeción sea una información que corresponda con el mundo externo y no pudiera saber por su experiencia anterior.
Incluso en el segundo caso (que sea una información externa que no podría conocer por su experiencia anterior), eso no asegura al 100% que la persona fallecida mantenga su conciencia individual. Es una hipótesis pero no la única. Y es difícil comprobarla.
En las ECM (Experiencias Cercanas a la Muerte) hay una serie de experiencias que suelen repetirse. Una de ellas es el contacto con los seres. El hecho de experimentar eso no certifica que esos seres existan. Puede ser que sí o puede ser que no. Es difícil asegurar ninguna de las dos opciones. Lo que sabemos por nuestra experiencia perceptual, es que el cerebro no está diseñado para percibir la realidad. Utiliza muchos atajos. Por ejemplo, cuando vamos a ver un espectáculo de magia, nos da la impresión de que el mago «hace desaparecer las cartas». Nuestros sentidos perciben eso, aunque nuestra mente racional saber que hay un truco y es sólo una ilusión. El mago se aprovecha de los atajos (fallos perceptuales del cerebro) para crear sus ilusiones.
De igual manera, si percibimos entidades, seres de luz, personas queridas fallecidas… ¿Cómo podemos asegurar al 100% que no es una creación de la propia mente?
No podemos asegurarlo. Y si no se puede asegurar, todas las hipótesis están abiertas.
Y si alguien se decanta por una hipótesis (sea la que sea) y CREE en ello, es muy respetable pero eso no hace que sea LA VERDAD (con mayúsculas). En todo caso es su verdad (con minúsculas).
Con respecto al campo cuántico sí que es estudiado por la física. Lo de las diferentes dimensiones a las que se va según lo que haya vivido el alma eso siento decirte que no ha sido estudiado por la ciencia. Ni creo que sea posible estudiarse por el método científico. Eso no quita para que pueda ser cierto, pero la ciencia llega hasta donde llega. Y esos constructos de las dimensiones, el alma, etc. no pueden ser operativizados por el método científico y por tanto no se pueden estudiar desde ese paradigma.